jueves, 20 de enero de 2011

Poker y baloncesto

Dr. Basket: Llevamos unos años en los que el Poker se ha convertido en una religión para algunos. Aunque en mí no ha calado en absoluto

Aito: Me pasa lo mismo. Solo me gusta aquello de cara de poker...

El caso es que el fin de semana pasado un amigo montó una timba en su casa (version Texas Holdem). Y se puso pesadito para que fuese. Típico tío que está todo el día jugando en internet, que ha hecho sus pinitos con dinero y que le gusta jugar con nosotros periodicamente para vacilarnos.

¿Y fuiste a jugarte los cuartos?

Por supuesto que no. Esa fue la primera condición: jugar únicamente con las fichitas esas de los maletines que venden en todos los chinos.

¿Y la segunda?

Que me escribiesen en un papel el orden en importancia de las distintas combinaciones de cartas.

¿Pero tan malo eres?

No te haces una idea. El caso es que, tras un buen rato jugando, y todavía con fichas en mi poder, decidimos que, para dar por concluida la partida, haríamos un último reparto a todo o nada.

Las cartas descubiertas sobre la mesa no invitaban a grandes cosas. Todo dependería de la pareja que llevasemos en la mano.

Tu amigo es un crack. Ganaría de calle...

Eso pensaba yo. Mostró sus cartas. Un dos y un siete...

¿Y tú?

Una pareja A A. Fichas para mí.

Claro, pero es que con buenas cartas gana cualquiera...

Amén.

3 comentarios:

Óscar Gaspar dijo...

"Con buenas cartas gana cualquiera."

Excelente última frase. Sutil y satírica como ninguna, en los últimos días en la vida de Aíto.

Lectura muy interesante la de tu entrada.

Saludos.

General Espartero dijo...

No dudo de que Aíto habrá cometido errores en Unicaja pero que no ha sido el único que los ha cometido y que los suyos no han sido los más graves también es cierto. Ojo a dónde llegó en liga el año pasado con la plantilla que tenía...

Además, Aíto siempre será uno de los grandes.

Un saludo!

Anónimo dijo...

Pues hoy las malas cartas han jugado de lujo!!!! Jejeje!!!

Gran metáfora

Nadie es perfecto. Aito cometio errores en Málaga. Como otros. Pero el cambio era inevitable y necesario por el ambiente cargado. Y creo que él se quería ir. Pienso.

Saludos desde Puertatrás