sábado, 29 de agosto de 2009

¿Debemos avergonzarnos?

Dr. Basket: El otro día quedé a tomar un par de copas con un amigo. Éste, a su vez, se trajo un par de amiguetes suyos. Futboleros ambos.

Aito: Oye, que ahora estamos en tregua con los del fútbol.

Bueno, yo en el calificativo de futboleros incluyo a todos aquellos que se hacen entendidos de baloncesto un mes al año, y todo lo que saben se reduce a las páginas sobre la ÑBA de determinados medios de comunicación.

Pues esos abundan ahora. Todos los finales de verano florece esta rara especie.

Pues no se como, sacaron en la conversación a la selección de baloncesto.

"Estos van de sobraos. Están muy subiditos y se van a pegar un hostiazo..."

Buenoooo, como si no te conociera. ¿Se irían finos, imagino?

Ya sabes tú que sí. "Pues van de campeones del mundo y subcampeones olímpicos. Que parece que a algunos ya se les ha olvidado"

"Sí claro, como los del futbol. Y luego los eliminan del mundialito"

"Bueno, es que estamos comparando a una selección que necesitó de los penalties para pasar de cuartos por primera vez, con otra que lleva 6 medallas desde el '99. Creo que la fiabilidad de unos y otros no es la misma"

Y ahí ya tuvo que interceder mi amigo, que vio que me iba a encender.

Es verdad que tenemos la mejor selección, pero debemos evitar que vuelva a darse algo parecido a lo de hace dos años.

Aquello fue una reedición del famoso Maracanazo. Un fracaso en toda regla. Y como tal creo que debe asumirse. Llevabamos la mejor selección y no estuvimos a la altura.

El problema es que muchas veces se confunde favoritismo con prepotencia.

Y no veo por qué. No he visto ningún gesto por parte de ningún jugador durante los partidos de preparación que haga pensar que van 'de sobraos'. El discurso de Scariolo es siempre muy medido, plenamente consciente de lo que tiene entre manos. El equipo debe jugar serio, concentrado y de forma muy responsable con lo que se juegan. Deben saber que todo lo que no sea traerse el oro, es un fracaso. Y admitir eso, creo que no es prepotencia.

Nos ha costado mucho llegar a tener un estatus como éste, como para que ahora nos avergoncemos y renunciemos a él.

Amén.

sábado, 22 de agosto de 2009

¿Virus NBA?

Dr. Basket: Lo he llamado virus, como podía haberlo llamado otra cosa. No se qué es exactamente, pero es algo que afecta a nuestros exteriores.

Aito: ¿Algo malo ves en ellos?

Hace un par de temporadas, Navarro se fue a hacer las américas siendo el mejor escolta europeo. Tras un año jugando al tran-tran, más preocupado en record de triples y logros personales que en ganar partidos (obligado por la dinámica del equipo), nos lo devolvieron cambiado. No era el mismo.

Se encontró con que otro jovenzuelo le quitó el honor de mejor escolta europeo (incluso diría que fue el jugador europeo del año - jugando en europa, claro-) y le adelantó por la derecha en el quinteto inicial.

Bueno, es que no se si hay que considerar titular a uno de los dos. Llegó un poco más en forma, y Rudy acabó adquiriendo más protagonismo.

Yo lo que vi es que Navarro, tras un año sin 'competir', volvió sin instinto. Ya no era el killer que todos conocíamos.

En la final sí que tuvo un papel destacado, pero el resto de partidos estuvo un poco 'cabizbajo'

Y este año, creo que se han cambiado las tornas. Veo a Rudy demasiado obsesionado con el tiro de 3. Ya no rompe hacia dentro con la explosividad del año pasado. Y no porque no pueda. No lo busca. Navarro, en cambio, tras un año con presión máxima en el Barça, ha vuelto por sus fueros. En los partidos de preparación, está inconmensurable.

Me preocupa que cuando se van a la NBA el nivel de exigencia baja enteros con ellos. Como están en la 'mejor liga del mundo' cualquier cosa que hagan es considerada una gracia. Todo está bien hecho y no se les pide más.

Hombre, eso es en gran parte culpa de la prensa. Todos sabemos que cuando un español no hace buenos números o no juega minutos importantes, es culpa del entrenador....

Efectivamente. No veo a la prensa ser crítica con el sangrante caso de Sergio Rodriguez, por ejemplo. Siempre hay un McMillan de la vida al que señalar con el dedo.

En cualquier caso, en el caso de Rudy & Navarro, yo creo que debemos estar tranquilos. El puesto está cubierto con solvencia más que sobrada. Quizá lo que creo que sí les afecta a los dos es el tener que salir del banquillo.

Amén.

martes, 4 de agosto de 2009

Villacampa


Dr. Basket: No. Con todo lo que está cayendo estos días, no voy a aprovechar esta entrada para posicionarme en uno de dos bandos en los que parece dividido el baloncesto español (pro-Rickys vs pro-Villacampas)

Aito: Pues ya te veía que venías a echar más leña al fuego...

El otro día, viendo la lista de jugadores que pueden conseguir el doblete Europeo-Mundial en Junior y Absoluto, y la cantidad de jugadores que la generación del 80 a aportado a la selección, pensaba en la importancia que tiene el coincidir con una gran generación para labrarse un gran palmarés.

Hombre...pero eso es de cajón.

Sí. Pero no me refiero a los componentes de la generación, sino a los que les acompañan. Jugadores como Mumbrú o Jiménez tienen una colección de metales, que tela marinera.

Hombre. Eso sí, pero también habrán aportado su granito...

Lo malo viene cuando te quedas en jugador intergeneracional. Nuestra anterior gran hornada fue la de la plata en Los Angeles. Y, en medio de la nada, entre las dos platas olímpicas...se nos quedó Alberto Herreros. Un tío que tuvo que jugar campeonatos con gente del calibre de Andreu, Morales, Orenga...igualito que ahora.

Pero aún se llevó un par de medallitas. Una merecida, y la otra regalada, que algo es algo.

Así que pensando en él, acabé en otro rara avis. Un tío que nunca se sabrá si llegó demasiado pronto o demasiado tarde: Jodi Villacampa.

Siempre se ha dicho que fue un adelantado a la época. Cambió el concepto de lo que se tenía hasta entonces para su puesto en España.

Sí, pero para rellenar su palmarés, llegó un poquito tarde. Era demasiado joven para la generación del 59, y se quedó sin la plata de Nantes en el 83. Le pillaba aún verde.

Pero para el año siguiente, entró de lleno en la selección. Sustituyó a Sibilio durante el preolímpico del 84.

Y aquello casi fue lo peor que le podía haber pasado. Ponerle el caramelo en la boca para arrancárselo de un tirón. Y todo para acabar llevando a Beirán. Un jugador que prácticamente hacía su debut con la selección en la Olimpiada (las 5 internacionalidades en los Juegos del Mediterráneo del 75 para mí no cuentan) y que ya se encontraba de vacaciones en la India con su mujer.

Sí, lo cierto es que aquello trajo polémica. La excusa oficial de Díaz-Miguel fue la falta de experiencia, pero como ya has dicho, la de Beirán no era mucho mayor. Por no decir que apenas entró en juego durante los Juegos.

Así que al final, el pobre Jordi, se quedó sin la plata. Y no solo eso, sino que se comió toda la travesía por el desierto de la Selección: Mundial de España, Seul, Argentina, el Angolazo, el Chinazo. Solo le queda el consuelo de tener el record de anotación en un partido de la Selección.

Poco consuelo es ese, para alguien que podía y se merecía tener una plata olímpica en el salón de su casa.

Amén.