All Star: Un hueco en la memoria

Dr. Basket: Muchas veces el All Star acaba convirtiendose en una especie de pachanga insufrible, pero si te pones a hacer memoria, muchos de los grandes momentos del baloncesto vienen de este fin de semana.

Aito: Spud Webb, los duelos Nique-Jordan, Larry con el dedo al cielo...

Glen Rice haciendo de las suyas, el concurso de mates de Vince Carter, el mate a tablero de McGrady, el primer duelo entre un indolente e irrespetuoso con las canas joven Bryant con MJ...

jajaja, sí es cierto. El chaval se tuvo que pegar todo el último cuarto en el banco porque todavía no sabía que aquello no iba en serio y que él no era el protagonista.

Pero por encima de todos, yo me quedo con uno.

Ya se por donde vas. Aquel mágico 1.992...

Exacto. Cuando todavía no había votaciones por internet. Cuando era imposible que millones de chinos colasen a un tio como el más votado, o que los medios de comunicacion patrios hiciesen campaña por nadie...la NBA había impreso todas las papeletas para las votaciones antes de aquel fatidico 7-N.

Sí señor, y en ellas estaba el nombre de ese magnífico número 32 de los Lakers.

La gente votó con el corazón. El cuerpo les pedía magia. Más magia. Y la gente empezó a votar de forma masiva.

Incluso aunque no había disputado ni un solo minuto de la regular.

Todos accedieron a ello. Incluso Tim Hardaway, el que debía haber sido base titular en el oeste, no tuvo inconveniente en ceder su sitio.

Y el final de partido...apoteosis pura.

Y que lo digas. El 1x1 con Isiah fue tremendo, pero con Jordan...eso fue el acabose. El pabellón de pie, todo el mundo supo que ahí se estaban pasando el testigo para siempre.

Nunca volveremos a tener una sonrisa como aquella.

Amén.